Iba acompañado de Chavela, quien, dando toquidos a la puerta, le dijo “Me consta que aquí están ellos” y se rio. Me despedí de cada uno con un beso. Porno gratis “¿Qué tal que no es Chavela sino Roberto?”, pensé. Roberto acarició mi pecho y se puso a mamar mis tetas acariciando mis nalgas y piernas con la otra mano. Hicimos el amor en muchas posiciones y culminamos en un “69”. Él quiso chuparme la vagina, pero yo no se lo permití pues seguramente aún tenía resabios de amor. Prendí la luz de la lámpara para que el mirón, o mirona, no se esforzara mucho. Seguro que era Chavela…Roberto y yo nos acostamos de cucharita para caber en la cama individual y dormimos un poco. Sólo se escuchaban jadeos y ahogué los gritos de mis orgasmos; sentí el calor del amor que Roberto me depositaba en la vagina, sus manos cedieron en fuerza y descendí tocando el suelo. Ella se encaminó hacia la zona donde yo tenía que pasar.–¿Por qué no te divorcias para que andes a gusto como puta? Cuando mis hijos estaban niños, mis padres y otros tíos, decidieron que sería muy bueno ir de vacaciones al centro turístico de Oaxtepec, donde rentaríamos algunas cabañas juntas, una para cada familia.
