Nos pasamos por varios locales de moda, y Silvia enseguida recupero el aire jovial y tierno que tanto me atraía. Porno hd A mí me parecía que estaba buenísima, mejor que nunca, y fijo que estaba empapada hasta las rodillas. Tiene un coño exquisito, de los que uno no se cansa de comer, así que prosigo sin descanso besándolo, dándole lametones interminables, conociéndolo de punta a punta con ansia, gozando con su placer.-Oh…. Cuando me coloqué entre sus piernas y enterré mi boca entre los cachetes de ese culo que tanto me gustaba, Silvia gimió y se relajó por completo.La punta de mi lengua hace un trabajo de exploración, de pura caricia lenta, procurando que cosquillee y relaje el orificio. Me siento totalmente excitado, fuera de mí.A un gesto de Silvia, me doy la vuelta. Abrí las nalgas con mis manos, pero enseguida noté que se tensó.-No… -me susurro, apretando con fuerza sus glúteos. Me entraron ganas de reír, pero no creo que se lo hubiese tomado muy bien, así que hice lo que otro hubiera hecho en mi lugar: le cerré su boca con la mía. Yo, medio asfixiado y con un dolor horroroso en mi cuello, toso de manera muy poco erótica, la verdad. Mis manos buscan ahora sus tetitas pequeñas
