Mientras se quitaba de la cara la pringosa sustancia, Jordi la contempló completamente desnuda. El último fuiste tú.—¡Joder! Porno español Una corta y brillante melena castaña se posaba sobre sus hombros. —repitió.Ahora tenía acceso a su clítoris sin que su verga le diese tregua a su coño. ¿Y tú acabaste?—Qué va. —le preguntó ignorando al que supuso que era su marido.Automáticamente la bruma de sus recuerdos se disipó y recordó al compañero de primero de carrera que le resultó irreconocible en un primer momento. Jordi le quitó la chaqueta y contempló el par de tetas que se le insinuaban y que parecían querer escapar del suéter por el escote. —Contesta Carmen.—Así me gusta Carmen, que no te cortes. Un suéter corto mostraba su ombligo en un vientre plano que le daba una apariencia de lo más sexi. La encontraba incluso más atractiva que cuando era joven.—¿Qué tal con tu marido?—Bien —admitió, aunque en lo sexual él fuese más convencional.—¿Te hace feliz en la cama?—Sí.—¿Y por qué has venido a buscarme?—Ha sido una locura, ya lo sé. Jordi le quitó la chaqueta y contempló el par de tetas que se le insinuaban y que parecían querer escapar del suéter por el escote.
