En el rincón de un callejón más oscuro metí una mano bajo su jeans, alcancé su vagina que ya estaba húmeda, una humedad que sentí deliciosa entre mis dedos, ella correspondió acariciando mi pene erecto.La gente pasaba cerca, nos perdíamos entre las sombras y el bullicio, comencé a besar su cuello, después sus tetas, ella estaba nerviosa y excitada, le dije que nadie nos miraba, al percatarse de que así era, siguió con el emocionante juego, retomé a besar y morder suavemente sus pezones, abrí más la blusa para recorrer el camino hacia su ombligo y aún más abajo, era muy excitante estar haciéndolo frente a una multitud sin que nadie nos viera, en un momento nos sobresaltamos al escuchar voces muy cerca, cuando el grupo de personas pasó de largo sin voltear siquiera seguimos con más confianza y excitación, bajé mi lengua hasta su mojada vagina, jugué con sus labios, besando, mordiendo jalando, metía y sacaba mi lengua, después me entretuve con su clítoris lo jalaba, lo chupaba y le daba lengua hasta que sentí como aflojaba sus piernas y un torrente tibio inundó mi cara, escurriendo por mi barba, después de un instante ella se incorporó me besó con intensidad, también fue bajando, sacó mi erecto falo del pantalón,
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