Entonces me hice el sorprendido mientras María daba un grito estando sentada en la taza semidesnuda. Cada empuje que daba notaba como mi polla tocaba el fondo de su garganta y ella tenía pequeñas arcadas. Porno Entonces vi su ano rojizo y dilatado lo que me excito tanto que casi me corro de una. Yo no apartaba mi pene de su cara, así que lo tuvo que hacer ella.-¿Qué haces, maldito guarro? Estuvimos unos cinco minutos cuando yo mandé cambiar los roles y que María se sentará sobre Marta con el arnés. Entonces le dije:– haz lo que te pido y borraré los vídeos. Estuvimos casi 10 minutos metiéndosela a María hasta que preparado para correrme la saque. Si veo que vuelves la mirada, subiré los vídeos. Sin embargo para mi sorpresa Marta vino enseguida. Ella gritaba como una loca y le dije que callara o nos podrían, y le puso mi mano en su boca. Abrí la puerta de la cabina y, como hacía que caminaba con el móvil distraído, golpee la boca y nariz de María con mi pene mientras iba grabando todo. Esta grito y me dijo:– guarro por favor, déjame, me duele! Entre y no había nadie, sólo una cabina del baño a medio cerrar.
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