Mamá Caliente Engaña Con Su Hijastro Vergón

-Le dije-¿Tienes moto?-Si me la acaba de entregar hoy.Ok, luego hablamos del porque no me has invitado a pasear en ella, porque ahora solo quiero besarte, con sus manos toma mi cara y empieza a besarme, nuestras lenguas se entrelazan, mis manos como si tuvieran mente propia van directo a sus nalgas, Dianita tenía puesta una falda que al subirse en mis piernas se levanta quedando prácticamente desnudas, por lo que termine de subir la falda, sentía todo su sexo frotando en mi verga, que ya estaba tiesa como un mástil, Dianita mete sus manos por debajo de mi camiseta y aprieta mis pectorales a la vez que me da suaves caricias, yo en cambio tenía una mano en sus nalgas y con la otra amasaba sus grandes y duros senos.Dianita gemía muy suavemente cada vez que apretaba sus tetas, no me contuve y levante su blusa, quedando sus senos a la altura de mi cara, hice a un lado el brasier y libere sus senos, podía ver su rosados pezones, que me apuntaban de los erecto que estaban, se los mordí suavemente, los rodeaba con mi lengua y los chupaba como queriendo sacar leche de ellos, al liberarlos sus pezones estaban rojos, de tanto succionarlos, Dianita apretaba mi cara contra

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