Hasta que me fijo, ¡joder!, en ese pedazo de polla erecta que Gabriela se está mamando y la cosa se enfría un poco.‒Vámonos a mi cuarto ‒dice susurrante Silvy, sobreponiéndose a la mamada de Gabriela‒. Me gusta, tío, me gussstas.Gabriela en su butaca se está haciendo una paja con la yema de los dedos rotando sobre su clítoris…‒¡Fóllatelo, tía, fóllatelo! Porno hd Mientras, va moderando el ritmo de mi masturbación.‒Tienes una polla tan salvaje ‒me susurra al oído‒. Durante unos instantes nos mantenemos en silencio.La primera en romperlo es Gabriela, con una risotada algo burlona y contagiosa.‒Espectacular ‒suelta‒. ¡Diooos, oooojjj! Incluso a mí, ahora, eso me parece increíble.Realmente, está muy sexy. ‒anuncia gritando Silvy‒ ¡Voy a correrme! Le da un profundo beso a Silvy en la boca. No te preocupes… Le gustas mucho… Lo pasó muy bien contigo, me ha dicho ‒mira hacia la puerta del pasillo, vigilando que no entre Silvy, y me susurra: ‒Por lo visto, la follaste de premio, tío ‒sonríe, mientras se está quitando el suéter de cuello cisne que lleva‒. Silvy empuja a Gabriela hasta recostarla contra la pared y comienza a follarla con entusiasmo.
