De haber estado tantos años sin mantener relaciones a tener sexo con mi entrenadora fue parecido a hacer ejercicio en nivel difícil al gimnasio, sólo que aquello me mataba de placer en lugar de hacerme daño. “No puedo esperar más, vamos a la cama”, me dijo. Porno español “Te gustan, ¿eh?”, decía entre jadeos mientras me besaba apasionadamente. Traté de relajarme para no llamar la atención de los demás que estaban en el vestuario, terminé la ducha y me envolví con la toalla para ir a vestirme.Pensaba que Lidia, la reina amazona, había sido puesta en mi camino para recuperar la ilusión por la vida que me había arrebatado la ruptura con mi ex novia. Antes de tomar aquella pesa pegó un pequeño grito para aliviar tensiones, la agarró y se puso de cuclillas para después enderezarse y levantarla por encima de su cabeza. No podía creer lo que me estaba pasando. No creo que hubiera un solo músculo de su cuerpo que no estuviera ejercitado.Acabé aquel día los ejercicios y me fui a darme una ducha. Lidia se quitó aquel sujetador deportivo mostrándome aquellos enormes pechos al desnudo. Oía a Lidia gemir mientras sujetaba mi cabeza para que continuara. “Oh, no importa, seguro que alguien como tú consigue a la chica que
