Desde la cocina escuché a Tato y a Paco discutir, el tema era pues yo.– ¡Mira, déjame que le dé un poco de rabo! Estuvimos charlando un rato, hablando de lo que había pasado, de que todos se habían ido contentos, que había salido todo bien.– ¡Sé que la tanda que recibiste ha sido dura! Porno español Cuando Daniel llegó con las pizzas comimos, hablamos más, bebimos y fue Manolo quien me cogió por una mano para llevarme al dormitorio diciendo que íbamos a singar porque él tenía que irse ya. Entonces Paco que se había acostado bocarriba para que yo me sentara en su pinga tiesa, me invitó meneando la pinga con la mano, así lo hice, se me escapó un chorro de leche que él untó en la pinga para que entrara bien. – dijo uno de los recién llegados.- ¡Oye, saca el dedo, bugarrón!– ¡Bah, no le hagas caso, es un jodedor! – el enfado de Paco ya era cómico.– A ver, calma, calma. Era el preludio de que me singaría él primero. Él me miraba sonriente, los demás se acercaron para verme tragando ese rabo.
