Me giré para estar de frente a él, pegaditos. Estando los dos tumbados, él tras de mí, alcé una pierna, agarré su polla sin mirar y le indiqué el camino. Porno español No se si de manera intencionada o no, con esa mano que quedaba sobre mi costado desnudo empezó a hacer unas agradables cosquillitas a las que respondí con suaves caricias en su barriga. Tan centrada estaba en ese beso que no me di cuenta de lo que tramaba y, cuando entraron esos dedos por mis bragas, solté un gemido que se tuvo que escuchar en toda la manzana. Estando yo centrada en la mamada, estiró el brazo hasta mi culo, me bajó los pantalón y, con esfuerzo, llegó como pudo hasta mi coño. Parecía que seguía poniéndose más grande y más dura aún y su tamaño empezaba a atosigarme. Casi dormida, me escurrí por el respaldo del sofá hasta que el cuerpo de Jack me frenó. Me dejé hacer, me dejé disfrutar y que me disfrutaran. Escudriñé con la mirada, di un gesto de aprobación y me pasó una cerveza. Tiré del calzoncillo hacia abajo y quedó frente a mí su nabo grande y bien tieso.
