¡Pero es mi oficina y puedo monitorearla! Porno Se lo concedí, ya que me dijo que sería algo rápido, así que me puse en cuatro como me lo pidió y me cogió igual de duro y rico que en la noche, acelerando para venirse en mis nalgas en diez minutos.Luego de eso, se bañó, se vistió y se fue y a continuación hice lo mismo.Llegó la noche de ese miércoles y tuve que cumplirle a un sujeto más. ¡Esa es la actitud!—¿No me dirá la cantidad? Hacer tus cosas de puta con el juez.—No soy una puta, aclaro —dije algo molesta y el jefe se rio más.—¡Por favor! —dije queriendo complacerlo.Lo noté nervioso y como principiante cuando me saludó. —pregunté inocentemente, provocando que mi jefe se riera.—Pues, ¿qué más? ¡No pare!Instantes después, el juez solo me contempló dándole sentones y procedí a darme la vuelta para continuar, ahora dándole la espalda, pero vi de frente al jefe filmando otra vez y me apené.—Tranquila, preciosa —me dijo el juez—. La ventaja es que descansarás el jueves y el viernes.—Borre ese video, por favor. ¡Qué habilidad tienes, papi!—¿Te gusta, mami?—¡Ay, sí! ¡Mmmm, sigue, sigue! De aquí al miércoles, hermosa, ¿creías que solo un día? —insistí luego de que se quedó callado.—Depende de tu esfuerzo.—Esté
