Ella parecía no haberse dado cuenta… o al menos, no lo demostró.Quedaba todavía una hora de clase. Metí dos dedos en su vagina mientras con la otra mano acariciaba su clítoris. Porno gratis Sentí algo que jamás había sentido. Nadie me había tocado así.Y entonces, me lo empezó a chupar.La forma en que lo hacía… era como de alguien con experiencia. Luego saqué la mano y comencé a subirle el vestido. Se levantó ligeramente para que pudiera alzarlo bien. Hola a todos.Mi nombre es Ángel, y vengo a contarles algo que hasta el día de hoy me sigue pareciendo increíble. Ella tomó mi mano y, agitada, me dijo:Yésica:—Tócame…Llevó mi mano entre sus piernas. No correspondía mi beso. Por la pandemia, como muchos sabrán, las clases eran en línea. Tu boca.Lo dijo con tono preocupado. Me confesó —aunque le costó— que ese tipo no la satisfacía sexualmente, y que muchas veces ni siquiera la tocaba o la buscaba.No me lo contó todo de golpe.
