No quería aprovecharme si Lupita estaba aún dormida. Enfrascado en esos menesteres estaba cuando metió su mano por arriba de mi bermuda hasta que alcanzo mi verga con su mano y empuñándola duro me dijo suavecito al oído: – por favor entra…Como pudimos, en silencio, me ayudó hasta que entre los dos hicimos que mi ropa llegara hasta mis rodillas. Porno gratis Hice un esfuerzo por discernir la incógnita. Mientras Carmen era muy abierta y sociable, Lupita era alegre pero siempre parecía mantenerse en guardia. Lupita no siempre nos acompañaba pero esa noche la pasó con nosotros.El departamento de Carmen más bien era pequeño pero la única recámara era muy grande y alargada con 2 camas matrimoniales situadas a extremos de la habitación. Sin embargo, casi al mismo tiempo que estaba a punto de quitar mi mano, Lupita la tomó y la jaló suave y discretamente hacia arriba. Cogimos y después seguíamos como si nada pasara pero ninguna fue tan deliciosa como aquella noche en que Carmen nos miraba mientras cogíamos nosotros. Pasaron años antes de que encontrara un cómplice de verdad para volver a experimentar esa clase de sexo. Aunque le miré de reojo, no pude evitar darme cuenta de que debajo de la blusa sus pechos resaltaban sin sostén.
>