Llevé el índice y el dedo medio a la entrada de la hendidura oculta entre las dunas de sus glúteos.Enseguida noté la impregnación de su flujo vaginal. Porno hd Su olor hizo que me lanzara salvajemente a besar su sexo, me comía a bocados su vulva escuchando sus gemidos, subía a y bajaba aquellas sabrosas montañitas carnosas mientras casi me ahogaba en mis propios jadeos sin poder contenerme. Llevé el índice y el dedo medio a la entrada de la hendidura oculta entre las dunas de sus glúteos.Enseguida noté la impregnación de su flujo vaginal. Empezó a acariciarme y a recorrer mi cuerpo con sus labios carnosos . —le dije riendo.—Ajá —contestó levantado la cabeza, con los codos apoyados en la arena y echando un vistazo alrededor. Elisa me acarició los pechos y pellizcó mis pezones. Inmediatamente, se le puso piel de gallina.—Uhmmm —musitó.Me dejé caer, frotando mi cuerpo en el suyo. Todo seguía tranquilo; no había nadie nuevo por las proximidades.Elisa se incorporó. Por la sombra que proyectaba mi cuerpo, Elisa se percató de mi presencia.
