Bajé mi mano para soltar y bajar un poco sus jeans. Porno español No duré mucho, sólo quería dejar mi leche en su recto. Ahora acomodé la silla pegada al muro -Ven le dije. No pude más y le dije que ya iba a venirme, me respondió jadeante: -¡Si mi amor! Metí mis dedos en la boca de Liz y le dije que me los empapara de saliva, sólo pudo asentir con la cabeza. Limpié mi verga y su culo con una servilleta de papel y me despedí de ella.Esa noche estaba ella cenando en su pequeña cocina, y quise reforzar en su mente que era mi juguete sexual. Me encanta ver su estrecho y terso culo siempre a mi voluntad. La tercera tarde, llegué aproximadamente a las 7:00 p.m. Yo soy mejor para besar que ella. Deslicé mi mano por su bikini hasta sentir primero sus pelillos y después su mojada y caliente pucha. Tomé sus tobillos y la jalé hacia la esquina de la cama, dejé su coxis alineado con el ángulo del colchón (como es nuestra costumbre).Levanté sus piernas a la altura que (ya conocíamos de tanto practicarlo) era justa para tener su ano a mi disposición.
