Sí, lo que has oído, él se veía enfadado.—Hummm, cuando nos acercamos nuevamente a la mesa, fuimos recibidas por un admirado ¡Wow, chicas! Y sin embargo como lo juras, tuviste que llevarme siempre en tu corazón incluso en múltiples ocasiones, por encima del amor que le profesas a nuestro hijo.—Duele mucho Mariana, no te imaginas cuánto. Porno Pensando en él, un sorbito apenas doy para dejarle algo. ¿Impresionarlo para su bien? Me decías que la habías elegido por su inocencia y… ¿Entonces qué hiciste al final de cuentas? Tan inmenso es, que creo que Mateo va a poder sentarse encima de él y no lo aplastará.— ¡Qué lindo, hijo! Lo necesito. Escuchando sus gemidos, percibiendo su aliento y ella el mío, nos fundimos con mayor pasión y dedicación en un beso explorador, más prolongado, con mucha intensidad y más apasionado. Me sorprendió. Maldita sea, saqué el valor necesario para enfrentarlo, para minimizarlo. Excitadas, nos sonreímos y, aunque ya la lección de un beso pasional estaba dada, volvimos a juntar nuestras bocas, saboreándonos los contornos, haciendo ruidos al chuparnos los labios, desprendidas de la inicial vergüenza y, fue entonces cuando su mano, la que tenía en mi hombro, bajó hasta mis pechos, ahuecándola sobre mi endurecido seno por encima de la tela, acariciándolo,
