Rubén tiene que volver a las cuentas del hostal. Videos Porno Se la acaban de tomar y él no piensa perder la oportunidad.Cierra la recepción con la esperanza de que nadie llame al timbre en la próxima hora. Sin querer pero consciente de lo que se va a encontrar, dirige la mirada a las cámaras de seguridad. Siente cómo el rubor se apodera de sus mejillas y no es precisamente por el calor de la tarde de verano.«Depende del tipo de servicio que queráis», responde.La foto que recibe a continuación, acompañada de la frase«Pues lo mismo podrías echarme 1 mano» despierta en él un interés aún mayor.No debería, son clientes. Por su cercanía y porque reconoce las caras del perfil. Rubén suspira y reza para que no aparezcan a las doce de la noche. No hace falta que se lo digan, ya lo ha visto muchas veces. Sin querer pero consciente de lo que se va a encontrar, dirige la mirada a las cámaras de seguridad. Les avisa de que solo tienen una cama, como habían pedido, y ambos sonríen agradecidos. Se deja llevar y besa y roza y muerde. Lo bueno de un hostal de apenas diez habitaciones es que puede aprenderse los nombres y dar un trato más personalizado; los clientes
